Haiti, cementerio gigante.


Los cadáveres abundan en el suelo cubiertos con tela, mientras los sobrevivientes se notan muy desorientados.

PUERTO PRINCIPE. - La capital de Haití se transformó en un gigantesco cementerio y aguardaba el jueves la ayuda internacional tras el sismo que según el gobierno habría causado más de 100.000 muertos.

Cientos de miles de personas pasaron su segunda noche a la intemperie, sin agua ni luz a causa del terremoto de 7.0 grados que arrasó el martes la mayor ciudad del país más pobre de América.

Decenas de miles se instalaron en Campo de Marte, una de las principales calles de Puerto Príncipe, que se transformó en un enorme campo de refugiados.

Justo frente a esa multitud de desamparados, edificios estatales arrasados, como el Palacio Presidencial y varios ministerios, parecían reflejar la impotencia de las instituciones haitianas.

Miles de personas en pánico trataron de refugiarse en Petion-ville, un suburbio de Puerto Príncipe, tras el rumor del arribo de un tsunami.

"Algunas personas sintieron fuertes vibraciones. De pronto hizo mucho frío y decían que el agua subía", dijo una mujer que se dirigía a Petion-ville. Sin embargo ningún elemento concreto permitía confirmar una subida de las aguas.

"Algunos propagan esos rumores fantasiosos para facilitar el saqueo de casas", dijo la directora de un hotel que pidió no ser identificada.

El derrumbe de plantas eléctricas sumió a Puerto Príncipe en una oscuridad total. Las comunicaciones, de por sí precarias, están totalmente cortadas. El envío de heridos a centros hospitalarios es casi imposible debido a que las calles están intransitables.

El primer ministro Jean Max Bellerive estimó en más de 100.000 la cantidad de fallecidos.

Los cadáveres rescatados quedan en el suelo cubiertos con telas, en tanto los sobrevivientes rondan como perdidos. Muchos buscan parientes o comida y otros escarban con sus manos en busca de personas sepultadas. En la desolada Puerto Príncipe no aparecen ambulancias, bomberos o máquinas excavadoras.

Tras el peor terremoto en 200 años, a los haitianos les falta todo.

"Algunos mueren de frío, de deshidratación o de heridas que podrían ser curadas fácilmente", dijo en Nueva York el ex presidente estadounidense Bill Clinton, enviado especial de la ONU para Haití. Según Clinton, en los próximos 10 o 15 días los servicios de socorro deberán concentrarse en atender necesidades básicas como víveres, abrigo y primeros auxilios.

Numerosos países y organizaciones humanitarias comenzaron a enviar alimentos, equipos de auxilio, médicos y hospitales de campaña para atender a las víctimas y rescatar a los atrapados en los escombros.

Estados Unidos, varios países latinoamericanos y europeos, la Cruz Roja Internacional, la Secretaría General Iberoamericana y el Banco Interamericano de Desarrollo anunciaron el envío de dinero, alimentos, voluntarios, bomberos, expertos y hasta perros especializados en búsquedas.

El gobierno ruso despachó este jueves un avión llevando un equipo de socorristas, en tanto las autoridades se comprometieron a enviar más ayuda, incluyendo un hospital de campaña, personal y material médico.

Un portaviones de la Marina estadounidense es esperado este jueves tras la decisión del presidente Barack Obama de emprender una acción "rápida, ordenada y enérgica" para ayudar a Haití. El Pentágono inició el envío de barcos, equipos de socorro y expertos.

Brasil, que ejerce el mando militar de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH), envió a su ministro de Defensa, puso en marcha un puente aéreo y preparó ocho aviones con asistencia humanitaria, además de destinar 15 millones de dólares de ayuda.

A la intemperie

Cientos de personas pasaron su segunda noche a la intemperie, sin luz ni agua, a la espera de la prometida ayuda internacional.

Numerosos países se están movilizando en busca de alimentos, equipos y personal médico y de socorro para auxiliar a los afligidos haitianos devastados por el sismo.

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