Circular por las carreteras de Italia suele ser una pesadilla, debido al flagrante incumplimiento de las más elementales normas de tráfico yal instinto suicida de muchos conductores.Ayer la pesadilla se tradujo en una tragedia de enormes proporciones para un grupo de aficionados al ciclismo en una carretera calabresa, cerca de Catanzaro. Al menos siete ciclistas perdieron la vida y varios resultaron heridos de extrema gravedad al ser embestidos por un vehículo cuyo conductor carecía de carnet e iba drogado.
Los hechos sucedieron en la carretera nacional 18, entre Lamezia Terme y Catanzaro. El causante del accidente fue un joven de origen marroquí, Chafik Elketani, de 21 años, que conducía un Mercedes Benz.
Le acompañaba un sobrino de diez años, que resultó ileso. Hace siete meses a Elketani le habían retirado el carnet por un adelantamiento peligroso. El conductor sufrió heridas de carácter no grave y fue detenido.
La embestida se produjo en una recta de más de un kilómetro, flanqueada por campos y por el mar. El Mercedes realizaba un adelantamiento, a gran velocidad, y no se percató del grupo de ciclistas que venía en sentido contrario.
El impacto fue brutal. El escenario, espantoso. Los cadáveres quedaron esparcidos por la calzada y por las cunetas. La edad de los fallecidos oscilaba entre los 35 y los 55 años. Dos de ellos eran abogados. Habían salido de excursión a las 8 de la mañana, como todos los domingos.
Elketani es un inmigrante legal que vive con su familia en la localidad de Gizzeria, donde hay una nutrida colonia de norteafricanos que se dedican a la venta ambulante.
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