Restos de Lima fueron sepultados a ritmo de música.

A ritmo de música y con una extensa caravana que duró más de dos horas fueron sepultados esta tarde los restos de José Lima en el cementerio de la comunidad La Charca, de donde era oriundo.

Antes de su sepultura, fue celebrada una misa de cuerpo presente y posteriormente inició la caravana a ritmo de la música que le gustaba al lanzador que lo llevó a su última morada.

El reloj marcaba las 3:35 de la tarde cuando por última vez cientos de fanáticos, familiares, colegas y ejecutivos del béisbol veían a Lima.

Los restos del carismático lanzador fueron despedidos con una discolight, donde se colocaba su música favorita.

Ambiorix Colón, quien habló en nombre de los familiares, agradeció el gran respaldo brindado por la fanaticada y al público en general desde que los dominicanos se enteraron del fallecimiento de Lima.

Al hablar en el campo santo, Colon resaltó la bondad de Lima y resaltó su buen comportamiento.

Por otra parte también se dejo notar entre la muchedumbre de miles de aficionados, peloteros, dirigentes políticos, familiares, amigos y sobre todo la gran afición beisbolera del país.

Los artistas, liderados por El Torito, Héctor Acosta, el Orfeón de Santiago, coros de niños y la manifestación continua de la música tocada y cantada por el jugador fallecido dieron ribetes de espectacularidad al acto fúnebre.

Cuando el féretro entró al Estadio Cibao, lugar de las grandes proezas de Lima, los asistentes que llenaron las graderías del parque se pusieron de pie y dieron un prolongado aplauso mientras gritaban Lima, Lima, Lima.

Por los altos parlantes se dejó simultáneamente escuchar la canción de La Alegría y entonces fue difícil seguir sus letras cuando decía “Si es que no encuentras la paz aquí en la tierra/búscala hermano más allá de las estrellas/ ven canta, sueña cantando/ vive soñando el nuevo sol/ en que los hombres volverán a ser hermanos.

La melancolía se apoderaba de la gente, sus corazones se abrían y las lágrimas escapaban raudas de los ojos, como queriendo no mirar la partida de un ser tan especial como el Mambo Lima.

Sus compañeros en las Águilas, rivales de otros equipos vinieron a despedirlo, pero hacerlo fue muy difícil para dos hombres: Miguel Diloné y Luis Polonia. Ellos hablaron a dúo con voz entrecortadas, Miguel y llorando profusamente, Polonia sobre la gran perdida que representa para el béisbol y para todos en el equipo, José Lima. Hablaron de cómo juntos vieron nacer y florecer a José en medio de la mística aguilucha, esa que llevó a las Aguilas a ser el primer equipo con 20 coronas. Para Guelo Diloné, considerado el más excitante jugador de la pelota criolla: “Lima fue como un hijo, yo fui su manager cuando llegó al equipo, y el siempre me consideró su mentor, era muy difícil no sentir simpatía por un jugador con tanto amor por el juego y con tanto deseo de competir, su partida nos quita a uno de los mejores en el espectáculo del juego de pelota.” Polonia se negaba a hablar y sus ojos estaban bañados en lágrimas. Las palabras no salían de los labios del locuaz jugador, líder en hits de la pelota criolla.

El ex presidente Hipólito Mejía se presentó sorpresivamente al sepelio y declaró que recuerda a Lima como un amigo, un gran competidor y un hombre inquieto… “Así como yo”.

Estuvieron presentes Moisés Alou, que habló en presentación de los Leones del Escogido, destacando la gran calidad humana y lo buen amigo que era Lima.

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